Todo un año de Yantra Yoga Kumar- Kumari en una escuela

En la escuela Internacional Ambrit de Roma, Italia, se ofreció Yantra Yoga Kumar-Kumari como una actividad después de clase durante más de diez años. La clase para niños de 6 a 9 años es de una hora, una vez por semana. Se limita a 12 ó 13 alumnos, porque se realiza en un aula amplia en la que se deben correr a un lado los escritorios para poder extender las colchonetas en el piso.

La clase ha estado siempre llena e –incluso-a veces hay lista de espera. Los niños pueden cambiar de actividad dos veces al año; aunque la mayoría permanece durante el año entero. Es hermoso ver que algunos niños se quedan durante dos hasta tres años. Se convierten en asistentes de clase capaces de guiar ejercicios de precalentamiento, mostrar los movimientos más complicados y explicar los sonidos que se usan en la respiración del Yoga Kumar-Kumari. Al final de la clase, todos los niños ayudan a enrollar las colchonetas y se sientan juntos a compartir pizza y galletas y algo para beber.

Este último año, unos niños tuvieron la idea de conseguir más alumnos para el grupo, por lo cual hicieron publicidad en el club con afiches que decían: ”Yoga es Genial” o “Kumar-Kumari te hace más fuerte”, e –incluso- ” K.K. Yoga te hace ser como Michael Jackson”, que colocaron por toda la escuela. ¡Bueno y muy interesante!

Durante los años en que he estado enseñando Yantra Yoga Kumar-Kumari, se me han acercado padres y profesores listos para enviar a niños y niñas hiperactivos a clase, con la esperanza de lograr un efecto calmante instantáneo en ellos. Me di cuenta que como resultado de la clase semanal, los niños aprenden a formar grupos y a trabajar en equipo. Cada niño comienza a entender su propia respiración y la coordinación del movimiento con la respiración. A veces, les leo una descripción de los beneficios de uno de los movimientos de Kumar-Kumari. Los más jóvenes tienen su propia manera de describir los beneficios usando palabras como, por ejemplo: “Me siento calmado, más fuerte” o- simplemente- “me siento mejor” .

La oportunidad de expandir el Yoga Kumar-Kumari en la escuela Ambrit llegó finalmente el año pasado, después de liberarme de mi trabajo cotidiano como maestra de niños pequeños. Sí, finalmente me jubilé después de enseñar en la escuela durante 29 años. Y además de eso, mi motivación surgió luego de recibir mi certificado/diploma para la Enseñanza de Kumar-Kumari en el Entrenamiento para Instructores realizado en Tenerife, el pasado noviembre del 2016.

Cuando envié un correo electrónico informando a la administración y al equipo de Ambrit que estaba disponible para dar clases de yoga en el horario de escuela, me llegaron varios pedidos de maestros: desde una clase con ejercicios de precalentamiento de 10 minutos para niños de 3 años, hasta dar clase de educación física para alumnos de escuela secundaria.

Cuando las clases de primer grado tuvieron la unidad “¿Qué hace que un cuerpo sea sano?”, me pidieron que presentara Kumar -Kumari en cada una de las tres clases, durante un período de 20 a 30 minutos cada vez. Los niños y el espacio disponible en cada clase eran diferentes. Pero había lugar para presentar la respiración de purificación del comienzo y algunos de los diferentes ejercicios de tsigjon y lungsang. Aunque breve, les daba a los niños una experiencia inicial y un interés para aprender más Yantra Yoga para niños.

A lo largo del año se hizo uso de espacios internos y externos. En el jardín de infantes fue fácil reunir a un grupo de niños y hacer algunas elongaciones y movimientos sobre el pasto. Como maestra suplente de sala, comenzaba el día de manera novedosa con una serie de respiraciones de purificación, unos pocos movimientos y una respiración de cierre como manera nueva de comenzar el día .

En marzo, el consejero escolar me pidió si podía dar clase de yoga de una hora para cada una de las clases del 8 grado ( niños de 13 años) como parte de las actividades para manejar el estrés. La enorme sala de clase se convirtió en un “gimnasio”, con 20 colchonetas cubriendo el suelo. Los jóvenes adolescentes se mostraron sorprendidos de lo ACTIVO que era este yoga. Decían: “ Esto no es yoga, es una clase de fitness”. Hacían una serie de ejercicios de precalentamiento, luego la respiración inicial, seguida por casi todos los tsigjon y una muestra de los movimientos de lungsang y yantra. El énfasis estaba puesto en hacerlos darse cuenta de su propia respiración y en tratar de cansarlos al máximo, dándoles tiempo para relajarse completamente sobre sus colchonetas y haciéndoles notar cómo se sentían al final de la sesión. Sus reacciones en relación a kumar kumari eran variadas, desde: “ ¡Si, me gusta!”, hasta “ ¡Voy a tratar de probarlo!” a ¡“Ahora estoy aún más estresado, porque es algo realmente nuevo!”.

Se envió a padres y profesores un artículo con fotos de la clase de Yoga en la edición mensual del periódico electrónico de la escuela.

¿Cuáles son las posibilidades para el próximo año académico? Ciertamente, continuar el club después de clase de “Kumar Kumari , el Yoga para crecer”. Se solicitó una nueva visita a los 8 grados. Y podría desarrollarse una unidad de Yoga Kumar Kumari como parte del Programa de Educación Física para 5 y 6 grado.

Una y otra vez, agradezco a mi Maestro Chögyal Namkhai Norbu por estas preciosas enseñanzas para niños, que son de gran ayuda para ellos, y son una manera particular y maravillosa tanto para instructores de yoga como para educadores de niños y padres como un modo de introducir los movimientos de Yantra Yoga y comprender la respiración. Los beneficios dentro de un encuadre escolar, cualquiera que sea éste, son inmensos mientras los niños crecen y se desarrollan.

Constance Ann Soehnlen

12 de Julio, 2017

Traducido por: Rita Arqueros